Somos Violentos, Quien lo duda
Ver lo que sucede todos los días en nuestro país nos dice que si, lo somos y mucho. Cuando a los agentes del orden público les toca ser los protagonistas de la violencia se enciende una alarma nacional. Comprensible por de mas, cuando el pueblo espera que los únicos que no se contagien con ese mal de la violencia seamos nosotros, seres humanos expuestos a la violencia a diario.
Es un aviso correcto que nos dice que las cosas van mal, cuando la persona llamada a combatir la violencia la combate con más violencia. Al ver en la televisión el caso de la muerte de un ciudadano a manos de un uniformado me quede estupefacto por varios minutos, luego de eso vino una ola de casos de uniformados protagonistas de violencia extrema, que sumió la opinión publica contra todos por igual, incluyendo a nosotros los policías municipales.
Dos o tres días luego de ese incidente la gente nos miraba mucho peor que antes, con un resentimiento que se notaba en las miradas. Un niño de escuela elemental al ver pasar la patrulla salio un poco hacia la acera y lanzo una mirada de coraje hacia mí, mientras me enseñaba el dedo del medio. Como diría un policía del área oeste era una exquisita muestra de delincuencia juvenil.
A mi me comenzó una especie de tristeza ese día al recordar al niño, gracias a dios que con el pasar de los días ese coraje disminuyo. Volviendo al tema, el guapetón de barrio esta choreto donde quiera que uno se mete. Bueno eso esta cambiando porque al dirigirse a donde uno se mete, en el parking te matan como sucedió en Las America.
Recuerdo cuando tenia unos siete u ocho años cuando me llevaban de visita a la casa de unos primos, detrás de la puerta del cuarto de mi tío había una especie de trenza de cuero y al notar el nerviosismo de mi primo le pregunte que ocurría y respondió, que con eso le daban si se portaba mal yo nunca mas entre a ese cuarto.
Lo que quiero decir es que la violencia esta, desde antes de yo nacer internalizandose entre los puertorriqueños. Ahora que estamos mas concientes de nuestro entorno y de la gran cantidad de información que tenemos disponible al toque de los botones de nuestra PC o Mac, nos damos cuenta de lo violentos que nos hemos vuelto. Que nos ayude Dios.
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